Donde falta casi todo
La angustia del hambre, el techo que se llueve, el abrigo que no alcanza, la falta de trabajo… Ante tanta precariedad debemos cambiar de mirada; la pobreza no es “un tema”: es una realidad que golpea desde muchos lugares y dimensiones.
No se pasa en un día o en una semana. Hay familias que repiten la historia de generación en generación durante décadas, de la cuna a la sepultura.
La miseria deteriora la salud, la educación, el trabajo, los vínculos familiares y sociales, la mirada al futuro, la confianza en uno mismo y en la sociedad.
El video de la campaña de la Colecta Nacional de Cáritas para este año comienza con una expresión de deseo que brota de lo profundo del alma: “donde falta casi todo, que no falte la esperanza”. Busca ser expresión de compañía ante el ninguneo y la negación.
Los diversos servicios y emprendimientos que realiza Cáritas son un alivio del dolor para muchas familias en la Argentina.
Niños que reciben apoyo escolar para no quedar fuera del sistema educativo, o adentro pero sin aprender lo elemental.
Adolescentes y jóvenes que son ayudados a tener horizontes y aspirar a una vida digna, libres del consumo de drogas. El Hogar de Cristo y otras comunidades terapéuticas se sostienen —en parte— con esta colecta.
Talleres de capacitación laboral que preparan para un oficio y acercan la posibilidad de un trabajo, y sostienen emprendimientos laborales.
Refugios para quienes duermen en la calle.
Albergue para mujeres que sufren violencia en la casa.
Hogar para mujeres embarazadas en riesgo de aborto.
Huertas familiares que aportan a la nutrición.
Merenderos y comedores para quienes no tienen el pan de cada día.
Entrega de mercaderías y ropa.
Además, Cáritas procura vínculos con otros actores sociales para lograr emprendimientos en bien de los pobres. Se establecen convenios con Universidades, Sindicatos, Organizaciones Sociales, Ministerios, oficinas públicas…
El panorama que presenta la pandemia es devastador en consecuencias sociales y humanas de indigencia y desamparo; hace falta poner el hombro, escuchar, acompañar. La palabra necesaria es “compromiso”.
Las restricciones dispuestas pueden conspirar contra esta iniciativa solidaria. En varias Diócesis muchos Templos estarán cerrados este fin de semana y sin posibilidades de recibir dinero en la colecta de la misa. Por eso este año reforzamos todos los caminos virtuales para que puedas hacer tu colaboración para el sostenimiento de los diversos proyectos. Si la Parroquia más cercana no está abierta, acercá un sobre con dinero a nombre de Cáritas o aprovechá alguno de los canales digitales.
El lema elegido para este año es “En tiempos difíciles, compartamos más”. No pasemos de largo ante el dolor.
Cáritas no reemplaza la acción de otras instituciones y menos aún las responsabilidades del Estado en sus diversos niveles. Cáritas es el rostro maternal de la Iglesia que se hace cercana, comparte tiempo, escucha, consuela y acompaña.
Podés entrar en la página Web Cáritassanjuan.org para obtener más información.
El fin de semana pasado contemplamos la presencia real de Cristo en la Eucaristía. En muchas comunidades no pudimos adorarlo por estar prohibidas las celebraciones religiosas. Este sábado y domingo podemos servir al mismo Jesús presente en los pobres y excluidos.
“Donde falta casi todo, que no falte la esperanza.”
Decí “presente” con tu solidaridad.
Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social