Vandalizaron el Cabildo y la Catedral de CABA en la marcha
Un grupo de manifestantes que participaron este viernes de una masiva marcha contra el gatillo fácil en la Plaza de Mayo pintaron las paredes de la Policía, la Iglesia del Cabildo, y la Catedral.
La movilización fue en el marco de la 7º Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, que fue encabezada por familiares y allegados a víctimas por violencia institucional, y agrupaciones políticas.
Los mensajes contra la Iglesia y la Policía fueron los protagonistas de las pintadas en los monumentos históricos, junto al símbolo de la “A”, con el que se identifica a los movimientos anarquistas.
Entre las pintadas, se leyeron mensajes como “fuego a las iglesias”, “cuando se lee poco se dispara mucho”, “curas violines” y “la única iglesia que ilumina es la que arde”.
No obstante, las agrupaciones de madres y padres y también las organizaciones políticas de izquierda, como el Polo Obrero, que organizaron la marcha, se desvincularon de las pintadas y dijeron desconocer a los autores.
“Nosotros no hicimos ninguna pintada. Lo único que hicimos fue colgar fotos de nuestros pibes y adornar toda la Plaza de Mayo con sus imágenes”, indicó a NA Inés Alderete, madre de Marcos, asesinado el 28 de agosto de 2015 por un efectivo de Prefectura Naval, según relató.
Alderete afirmó que para ellos “la marcha significa la lucha que de muchos años para tratar de visibilizar los casos, para que entiendan que no es un caso aislado, ya van a ser 7.800 los pibes asesinados por la policía”.
Por su parte, Gabriela de la Rosa, militante del Polo Obrero de La Matanza, ratificó: “No vimos las pintadas y tampoco tuvimos nada que ver. Esto es un homenaje sentido y una movilización enorme”.
“Hay muchos casos de víctimas de gatillo fácil”, afirmó De la Rosa y agregó: “Es un reclamo popular que cada vez va ganando más adhesión. Es impresionante la cantidad de jóvenes que se organizaron para venir”.
En el mismo sentido, sostuvo que “la represión y el verdugueo es moneda corriente en las barriadas” y que los que más sufren estos casos son “los chicos de barrios populares”.