Europa avanza en su desconfinamiento

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Mayores permisos para la vida social y económica.

Europa avanza hacia el desconfinamiento, con el levantamiento del estado de alarma en España o la relajación de restricciones en Alemania, mientras otros países de la región alistan medidas en ese sentido mientras aumenta la cantidad de personas inmunizadas contra el COVID-19.

España celebró en la calle la medida, que supuso también la caída en muchas regiones del toque de queda imperante durante meses, en un país conocido por su agitada vida nocturna y sus horarios tardíos. El gobierno decidió no prolongar el estado de emergencia sanitaria.

Gritos, aplausos, música e incluso algún petardo estallaron en el barrio marítimo de Barcelona cuando los relojes marcaron la medianoche y cientos de jóvenes salieron dirección a la playa, donde se improvisó una fiesta con pocas precauciones frente al covid. “Parece fin de año”, decía atónito Oriol Corbella, de 28 años, que había salido a pasear con su pareja por la noche.

Salvo en Navidad, donde las restricciones se suavizaron durante algunos días para permitir las reuniones familiares, los españoles no habían podido abandonar sus regiones desde el inicio del estado de alarma a finales de octubre. Con casi 79.000 fallecidos y 3,5 millones de contagios, España fue uno de los países más golpeados por el virus en Europa, un continente que sigue avanzando en el desconfinamiento.

La desescalada adopta diferentes formas según los países, porque las limitaciones en la vida social, económica y educativa también han sido diversas en cada país, con sus particulares calendarios.

Y en Alemania, más de siete millones de personas inmunizadas (vacunadas o de reciente contagio) empezaron a beneficiarse el domingo de la relajación de las restricciones y ahora ya pueden ir a comercios, peluquerías o museos sin un test negativo o reunirse en privado, entre otras cosas.

Tampoco habrá limitaciones en cuanto al número de personas para los inmunizados en lo que respecta a reuniones privadas, ni tampoco deberán cumplir el toque de queda nocturno -entre las 22 y las 5-, implantado en las zonas de alta incidencia de contagios Asimismo se levantan para estos grupos las limitaciones para reuniones privadas y el toque de queda nocturno, implantado en las zonas de alta incidencia de contagios.

Tampoco deberán guardar cuarentena si han estado en contacto con un contagiado ni de regreso de un viaje al extranjero, excepto si la estancia tuvo lugar, por ejemplo, en una región considerada zona de riesgo por mutaciones.

En Bélgica, después de casi siete meses, volvieron a abrir las terrazas de cafés y bares aunque la policía tuvo que intervenir en Bruselas de madrugada para dispersar a centenares de personas que lo celebraban en la calle.

El límiete es de cuatro personas por mesa y hasta las diez de la noche. Ahora es el sector de la cultura el que está en pie de guerra: este jueves interpuso un recurso judicial contra el Estado para conseguir la reanudación de las actividades de interior y exterior con público, ya que solo las segundas están permitidas y con un máximo de 50 persona.

En Francia, tras más de seis meses de una sucesión de severas restricciones, la desescalada comenzó el pasado lunes con el fin de los confinamientos perimetrales, instaurados a nivel nacional el 3 de abril, que prohibían desplazarse fuera de un radio de diez kilómetros en torno al propio domicilio, salvo si se tenía una justificación válida.

La próxima fecha es el 19 de mayo, cuando el inicio del toque de queda se retrasa dos horas, de 19 a 21 de la tarde. Podrán reabrir los comercios considerados no esenciales y, sobre todo, las terrazas de los bares, restaurantes y cafés, así como los cines teatros o museos, que llevan cerrados desde finales de octubre. El 30 de junio se levantará completamente el toque de queda y está previsto que entonces aumenten los aforos permitidos en bares y restaurantes.

Aunque el Gobierno y los expertos que le aconsejan no se han querido comprometer con fechas precisas, diversas voces han manifestado su esperanza de que la obligación de llevar mascarilla en la calle termine durante el verano.

El pasado 26 de abril Italia comenzó la reapertura gradual de algunas de sus actividades, según el programa previsto por el Gobierno. El toque de queda sigue siendo a las 22, pero está previsto que se revise a mediados de mes y se pueda retrasar de acuerdo con los datos epidemiológicos.

En las regiones catalogadas como zona amarilla -o con bajas restricciones- se reabrieron los bares y restaurantes para comer y cenar, pero solo al aire libre, así como cines y teatros, con medidas de distanciamiento y aforos limitados, mientras que regresaron a las clases presenciales casi todos los alumnos de la enseñanza secundaria y de las universidades. También se volvieron a abrir los museos y se permite la práctica de los deportes al aire libre, también los de grupo, mientras que los gimnasios reabrirán el 1 de junio y las piscinas volverán a abrir el 15 de mayo, con medidas de distanciamiento. Sólo a partir del 1 de julio se podrá ir a los balnearios y a los parques temáticos.

El Reino Unido, con una de las tasas de propagación de la covid más bajas de Europa (30,33 contagios al día por cada millón de personas), sigue avanzando en un plan de desescalada que empezó el 8 de marzo con la reapertura de los colegios y que culminará el 21 de junio, cuando está previsto que se levanten la mayoría de las restricciones.

La hoja de ruta fijada por el gobierno británico, que permitió a los negocios no esenciales retomar su actividad en abril tras más de tres meses de cierre, prevé para el 17 de mayo que los ingleses puedan consumir en el interior de bares y restaurantes, volver a los museos, cines y teatros y viajar de vacaciones al extranjero. También reabrirán hoteles, se permitirán grandes eventos con restricciones en el aforo y se ampliará el límite en reuniones en espacios cerrados a seis personas, unas medidas que, de recibir aprobación final del ejecutivo, allanarán el camino para que los clubes nocturnos vuelvan a subir la persiana a finales de junio.

Tras un confinamiento general de dos meses, Portugal empezó su desescalada el pasado 15 de marzo y ya se encuentra en la última fase del plan, iniciada el pasado 1 de mayo. La gran mayoría de los municipios del país tienen todo el comercio abierto, así como la restauración, aunque con límites del número de comensales por mesa y la obligación de cerrar, como máximo, a las 22:30.

También se han retomado los espectáculos culturales, toda la actividad deportiva, y se abrió la frontera terrestre con España. El Gobierno no tiene previstas por el momento más medidas y de cara al verano sólo ha trascendido que se mantienen las limitaciones en las playas que hubo el año pasado, principalmente de aforo.

Fuente: Infobae – AFP – EFE

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