San Juan desarrolla importantes acciones para celebrar el “Día del Árbol”

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Fue Estanislao Zeballos quien dio origen del Día del Árbol en la Argentina. El 29 de agosto de 1900, el Consejo Nacional de Educación instituyó esta fecha especial -que se celebra desde 1901. El escritor promovió la celebración para concientizar sobre el cuidado y la protección de las superficies arboladas desde la política pública.

Esta celebración nos invita a reflexionar sobre la importancia de plantar y cuidar los árboles. Por ello, la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable recuerda que la tala de árboles trae como consecuencia que los suelos se vuelvan estériles a causa de los rayos del sol que impactan directamente y con mayor fuerza por no tener sombra que lo proteja, generando que se sequen y se tornen áridos. Y por último también habría unas tremendas sequías.

Si los árboles desaparecen las concentraciones de dióxido de carbono y otros gases y elementos serían más altas, esto provocaría la muerte de muchas personas y animales.

El arbolado urbano es una parte fundamental en el patrimonio de los sanjuaninos y constituye un capital ecológico que necesita ser protegido y conservado. Por la ley Nº 285-L de arbolado público, la provincia de San Juan, adhiere a la Ley Nacional Nº 13.273 de Defensa a la Riqueza Forestal, que caracteriza a la forestación pública urbana y suburbana como bosque protector y permanente.

La Ley Nº 946-L establece el Programa de Forestación de la Provincia de San Juan, declarando al Arbolado Público, Bosques Permanentes y al Monte Nativo, Patrimonio Provincial y Bien Social.

En virtud de ello es que a través de la Dirección de Arbolado Público se desarrolla el Programa de Forestación, determinando estrategias de acción con la participación activa de distintos sectores de la comunidad y poderes del Estado provincial y municipal, dirigidas a concretizar las estrategias y actividades destinadas a la preservación, conservación, incremento, manejo y desarrollo del arbolado público provincial.

Los objetivos de este Programa son fomentar la forestación en todo el territorio provincial generando nuevas estructuras y unidades de gestión eficientes y reformulando las existentes; promover nuevas pautas culturales, coordinando acciones de planificación y participación, mediante mecanismos de vinculación entre los actores inter­vinientes; promover y desarrollar la participación activa de los distintos sectores de la comunidad, para revalorizar al árbol y sus aportes a la salud de la población y al equilibrio ambiental, recuperando el concepto de arbolado público como bien social.

En este contexto, desde el año 2006, en San Juan se plantaron más de 80 mil árboles en escuelas, clubes, ONG y municipios.

Beneficios ambientales

San Juan cuenta con grandes áreas verdes, a las cuales denominamos bosques urbanos. Estos conjuntos arbóreos son parte de nuestra vida, ornamentan las veredas de nuestra provincia y brindan múltiples beneficios.

  • Captura de carbono: los árboles absorben el CO2 (principal causante del calentamiento global), removiendo y almacenando el carbono al tiempo que liberan oxígeno al aire.
  • Regulación de la temperatura: los árboles refrescan la ciudad hasta 10°C.
  • Ahorro de agua: la sombra de los árboles disminuye la evaporación del agua de los céspedes. La mayoría de los árboles recientemente plantados necesita solo 60 litros de agua por semana en primavera, a medida que los árboles transpiran, aumentan la humedad atmosférica.
  • Generación de oxígeno: en un año, una hectárea de árboles adultos puede proporcionar oxígeno para 10 personas.
  • Amortiguamiento del impacto de fenómenos naturales: los árboles reducen el escurrimiento del agua, atrapando el agua de lluvia y permitiendo así que fluya por el tronco y a la tierra que está debajo del árbol. Esto evita que las aguas de lluvia se lleven los contaminantes a los ríos, actúan como una especie de esponja que filtra naturalmente el agua y la utiliza para alimentar el suministro de agua subterránea.
  • Protección y recuperación de suelos: en las laderas de las montañas y pendientes de los ríos y arroyos, los árboles ayudan a detener la escorrentía y mantener el terreno en su lugar, actuando como barreras naturales contra inundaciones o desbordes de los cauces naturales.
  • Barrera contra ruidos: educen la contaminación acústica, ya que proporcionan una barrera que protege a los hogares de las calles y zonas industriales cercanas.
  • Biodiversidad: proporcionan excelentes hogares para pájaros, abejas, insectos y otras especies.
  • Paisaje y recreación.
  • Filtros que limpian el aire: los árboles absorben los olores y gases contaminantes y filtran las partículas contaminantes del aire, atrapándolas en sus hojas y corteza.
  • Refugio para los humanos.
  • Ahorro energético: tres árboles colocados estratégicamente alrededor del hogar de una familia pueden recortar hasta en un 50 por ciento la necesidad de usar el aire acondicionado en el verano.
  • Aumento del valor inmobiliario: la belleza que dan los árboles bien plantados a una propiedad, su calle y vecindario circundantes puede aumentar su valor en hasta un 15 por ciento.
  • Protección de los rayos ultravioletas: los árboles reducen la exposición a los rayos UV-B en aproximadamente un 50 por ciento.
  • Alimento: la presencia de árboles con frutos apetitosos para la avifauna urbana y la vida silvestre son un gran recurso para el mantenimiento de estas especies en la ciudad.
https://sisanjuan.gob.ar/

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