La dramática crisis que atraviesa Cuba por la escasez de alimentos y energía es cada vez más palpable. Ante la incapacidad del régimen de proveer la totalidad de los alimentos subvencionados, los ciudadanos ahora deben realizar largas filas para conseguir algo de comida. Además, las raciones de los productos básicos, como el pan, se han visto reducidas.

Ahora el pan es más pequeño, el arroz llega a cuentagotas, y productos como el aceite o el café brillan por su ausencia.

La isla necesita 3.000 toneladas mensuales de trigo para mantener la producción del pan racionado, pero en julio y agosto solo pudo adquirir 1.000 toneladas y en septiembre contaba con 600, según la dependencia.